-¿Es que no te bastaba el paradigma religioso? Jajaja- (Recordemos que por 4 años asistí a una primaria católica)
-No, la neta no me bastó-.
Y así es. Cuando estaba yo más chamaco, que no digo que hoy sea una persona con mucha experiencia en la vida, no solía comprender por qué la psicología y no la biología, por ejemplo, se encargaba, y aún lo hace, de describir y estudiar la sexualidad humana. Para mí todo era cuestión de una descripción anatómica y funcional de los órganos entre las piernas y ya. Pero claro, ¿qué cosas no cree uno en la secundaria?
El caso es que desde que tuve acceso a literatura psicológica sobre la sexualidad humana y desde que comencé a experimentar y a descubrir más sobre mi sexualidad, las cosas comenzaron a tener sentido, mucho más de lo que habría pensado. Al principio mi cabeza no lograba establecer una relación lógica entre los objetos de estudio "más aparentes" de la psicología, que para mí entonces eran la mente y el comportamiento de las personas, y la sexualidad humana, la cual se reducía al momento de desvestirse y tener un coito, opinión por más pendeja y reduccionista, si se me permite criticarme.
Una de las cosas que me impresionó mucho llegar a conocer fue toda esta maraña de conceptos en la sexualidad humana como: atracción sexual, identidad sexual, sexo, género, rol y todas estas definiciones que hacen de la sexualidad humana todo un objeto de estudio por más complejo. De igual manera, los hechos de descubrir y de experimentar mi cuerpo más allá de la mera zona genital a través de mi piel, mis sentidos o hasta mi propia imaginación; el llegar a conocer los conceptos sobre relaciones sexuales que muchas personas mantienen, así como mis primeras reacciones post-relación sexual, me llevaron a descubrir qué tan compleja es y hasta qué punto se puede expandir, para bien o para mal, una "encamada" en la psique humana. Por ejemplo:
Ya luego, como mencioné más arriba, después de una sana combinación de literatura especializada en sexualidad humana y experiencias sexuales, me fui dando cuenta de que una sana vida sexual no tiene que ser una carga pesada o algo que produzca vergüenza. Más bien, creo que llevadas a cabo con responsabilidad, madurez y el consentimiento de las personas involucradas, las relaciones sexuales pueden llegar a ser como uno quiera, ya divertidas, románticas, hilarantes, rápidas, largas, recias, tranquilas, salvajonas, amistosas, a oscuras y una larga lista de otros adjetivos y locuciones adverbiales que pueden ir solos o en combinación, o, ¿qué opinas tú?
WOW!! y lo que te falta!
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