Ése soy yo. Aquél que a las panaderas desconcierta al decir "papel, por favor".
Soy yo quien a los cerillos del supermercado dice "sin bolsas, así está bien, gracias".
Algunas veces, cuando nadie me ve, soy yo el que toma uno o dos frijolitos que han quedado abandonados entre los estantes; asimismo seré yo aquél que les cuidará hasta que germinen y formen una nueva plantita, tal como lo aprendí a hacer en primaria.
Soy yo el jóven que sale del supermercado con sus productos en una mochila roja y gris.
Soy yo aquél que deja su bici "encadenada" en un lugar donde "no estorba", debido a que los genios que administran esta plaza han creído conveniente eliminar el espacio destinado a las bicis y cederlo a los clientes que se transportan en aquellos monstruos sonoros mejor conocidos como "motos".
Soy yo el "chamaco" que vive lo suficientemente cerca del súper como para permitirse dos viajes al centro comercial si el espacio en la mochila roja y gris se termina.
Puedes ver que seré yo el muchacho con un cazco azul, que todos piensan es para motociclista, quien sobre una bicicleta del mismo color saldrá del "parking lot" con rumbo a la carreterra que lleva a Monte Albán.
Así soy yo y así es como me gusta ir de compras. Así fue esta noche y por este medio he decidido compartirlo.
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