viernes, 21 de junio de 2013

Me-te-le-nos-les-lo-la-los-las ¿qué? Objetos directo, indirecto y sus pronombres.

Esta semana fue todo un challenge en cuanto a mis clases de español, ¿el motivo? Pronombres de objeto directo e indirecto.

Para comenzar, vamos a hablar de una nociones básicas para entender eso de los objetos directo e indirecto. Para no hacerosla muy larga, podemos dividir los verbos en dor grupos: verbos intransitivos y verbos transitivos. Los verbos intransitivos son aquellos cuyos efectos no "caen" en nadie o en nada. Por ejemplo: caminar, camino y ya; nadie se ve afectado por mi acción. Por otro lado, tenemos los verbos transitivos, éstos, como su nombre lo indica, "transmiten" el efecto de su acción a un objeto o a una persona; por ejemplo, el verbo que siempre uso de ejemplo: comer; 

Como una manzana. 

En esta oración, la acción de mi verbo, comer, está cayendo sobre el sustantivo "manzana".  Hasta aquí, ¿vamos bien?

Muy bien, lo que aquí nos importa son los verbos transitivos, los que sí pueden "tener objetos". Los verbos transitivos pueden tener dos clases de objetos: objetos directos y objetos indirectos. Los primeros (O.D.) son sustantivos sobre los que la acción del verbo cae sin interrupción de ninguna preposición, o dicho en otras palabras, son sustantivos que siguen al verbo directamente; por ejemplo: 

Veo una ventana.
Masticas un chicle.

Donde ventana y chicle son los objetos directos de los verbos ver y masticar. Por otro lado, cuando mi sustantivo requiere una preposición entre él y el verbo, mi objeto ya no es directo; ahora tengo un objeto indirecto (O.I.). Por ejemplo: 

Conocí a una persona muy amable. 

En este ejemplo, mi sustantivo, persona, requiere la preposición a entre él y el verbo.

¿Comienzas a intuir la naturaleza de los objetos directos e indirectos? ¿Qué pasa siempre que el objeto del verbo es una persona, o un sustantivo personificado (que se le da la categoría de persona aunque en naturaleza no lo sea)?
¡Así es! En español, siempre que hablamos de un "objeto-persona", anteponemos la preposición a, siempre. Si no me crees, haz tus oraciones.

El perro le ladró al gato. 
Antonio vio a Luis mientras observaba la bandera

Por un lado tenemos que los objetos directos no requieren ninguna preposición entre el verbo y su objeto (bandera); por el otro, cuando hay una preposición (a), nuestro objeto se vuelve indirecto (al gato, a Luis). Ahora, si mi objeto es una persona, entonces, tengo frente a mí un objeto indirecto. Fácil, ¿verdad? Y se pone más fácil aún, si las personas son objetos indirectos, ¿qué son las cosas, los objetos? Mi querido lector, las cosas no-perosnas son siempre, siempre, objetos directos.

Le hablé a Toño en la tarde; quiero que traiga su libro ése de gramática. 

Una maravilla del español es que cuando queremos dejar de repetir un sustantivo que ya fue previamente mencionado, usamos pronombres. Así, para sustituir los objetos directos tenemos los pronombres de objeto directo y para los indirectos también tenemos sus correspondientes.

Aquí, voy a hacer un paréntesis y voy a exponer una queja. Muchos libros de grmática para estudiantes de español les presentan, por un lado, que los prnombres de objeto directo son: me, te, lo, la, nos, los y las. Por el otro lado, les dicen que los pronombres de objeto indirecto son: me, te, le, nos y les. ERROR.

Esa presentación sólo causa confusión. Retomemos que los objetos directos son cosas, objetos, sustantivos que sólo pueden tener un género (masculino o femenino) y un número (singular o plural) dado. Por eso, y después de experiencias exitosas, afirmo que los pronombres de objeto directo (O.D) son: lo, la, los y las. Así de fácil, sólo 4.  

Por otro lado, tenemos que los pronombres de objeto indirecto, esto es, los pronombre para sustituir "objetos-personas" son 5: me, te, le, nos y les. 

Observa el siguiente ejemplo: 

Le pedí a Carol sus tijeras.

Encontrarás que el pronombre de objeto indirecto "le" aparece al principio. Así es; en español, siempre que haya un objeto indirecto, vamos a iniciar la oración con el pronombre que le corresponde. Piénsalo, ¿cómo dirías?: 

a) Hablé a mis primos 
b) Le hablé a mis primos 
c) Les hablé a mis primos

La opción a) suena extraña, ¿verdad?
Si te fuiste por la opción b), déjame decirte que has errado, ya que el pronombre "le" les corresponde a los objetos indirectos: "a él", "a ella" y "a usted". No te preocupes, ése es un error bastante común entre hablantes nativos del español. 

Así, tenemos que la opción correcta es c), ya que el pronombre "les" les corresponde a los objetos indirectos "a ellos", "a ellas" y "a ustedes". Para saber si vas a usa "le" o "les", fíjate en cuál es tu objeto directo y ya ;)

Volvamos al ejemplo de arriba: 

Le pedí a Carol sus tijeras.

El objeto indirecto es "a Carol", esto es "a ella", por eso uso el pronombre de objeto indirecto "le" al principio de la oración. Ahora, el objeto directo, tijeras, es un sustantativo, una cosa, un objeto no-persona.

¿Cómo queda mi oración si sustituyo el objeto indirecto? 

Le pedí sus tijeras. 

Perfecto, me deshice de "a Carol".  Ahora, vamos a hacerlo más complicado, ¿cómo queda mi oración si quiero sustituir tanto el O.D. como el O.I.? 

Te darás cuentas de que en lugar de decir

*Le las pedí. 

En español usamos el pronombre "se" en lugar de le, y les, cuando vamos a sustituir, en la misma oración, el O.D. y el O.I. Así tenemos:
Se las pedí.

AH, Quelle sorte de sorcellerie est-cette? 

Así es, nuestro idioma es complicado as fuck. No quiero continuar con esta explicación, ya que se haría una entrada demasiado larga y tediosa. Así que te dejo aquí esta prueba de lo que tuve que enseñar y practicar con mis estudiantes esta semana. Créeme, no es para nada fácil. Es al analizar todas estas cuestiones cuando me da gusto el tener esta lengua como mi lengua materna. Es un reto enorme aprenderlo. Eso también me hace sentir mucho respeto por mis alumnos extranjeros. Hay que ser muy cabrón para entrarle a aprender este idioma.

Bueno, esto una probadita de mi trabajo. ¿Qué te parece? 
Yo, como hablante nativo de español, he encontrado en enseñarlo una manera muy gratificante de aprender más sobre el mismo. Además de que me doy color de tanto error que cometemos al hablar y al escribir. Tal vez haga otra entrada con los errores más comunes que he detectado con el uso de los pronombre de O.I. y de O.D.  Tal vez.    

domingo, 16 de junio de 2013

Debraye en la ducha o de la autoafirmación

Este debraye surgió a raíz de la siguiente confrontación seudodialéctica en mi cabeza:
-Oye, pero esas ideas están mal, son errores, son bastante heréticas (remitámonos a las segunda, tercera y cuarta definiciones de la palabra "hereje" que ofrece RAE); lo único que vas a lograr con ellas es quedarte solo.-

-Lo sé, y bien lo has dicho, ésas son mis ideas, soy yo quien va a vivir by them, seré yo el que hierre, seré yo que el se parta la madre y quien "arderá en la hoguera"; además créeme, he aprendido a estar bastante cómodo conmigo mismo-

Mientras me daba una ducha, me puse a pensar en el hecho de que tal diálogo fue, en realidad, una forma de autoafirmación de mí mismo y de mis "convicciones". Así fue cómo empecé a deducir que si dentro de nuestra cabeza-conciencia existe este mecanismo, esta vocecilla, que nos confronta, que se lanza con las antítesis de lo que se piensa o de lo que se desea, aquel sentimiento que tanto paraliza al común a actuar, ¿no será acaso que ésta no es sino un mecanismo de autoafirmación? 

¿Qué pasaría (y pasa) si en lugar de sucumbir al no eres tal, al no puedes tal de dicha vocecilla, el hombre se autoafirma en la tésis que se ha propuesto? Por ejemplo, supongamos que quiero emprender un negocio cualquiera. Tan pronto como la idea llega a mi cabeza, así de velozmente, también comienzan a llegar las dudas respecto al éxito del proyecto. A mi parecer, estas dudas, esta voz, son precisamente un mecanismo de autoafirmación de que sí puedo llevar a cabo y al éxito este proyecto a pesar de lo que se quiera oponer a ello. Así, el hombre ha encontrado una corriente contra la cual ir, en caso de que exógenamente no la haya (lo cual es bastante poco probable), la cual le ha de servir de impulso para llegar a realizar su propósito. 


Lo que a primera vista parece ser un mecanismo propio de autosabotaje, al parecer, es una de las herramientas más preciadas de las que se puede servir el ser humano: una manera de autoafirmación que no requiere elementos externos, una manera de llegar a realizar cualquier proyecto a pesar de los factores que se puedan atravesar en el camino. Supongo que dicha herramienta, bien utilizada, puede llegar a ser una de las cosas más valiosas dentro de la cabezota humana.  


Ahora, me permitiré exponer una hipótesis psicológica en relación a la autoafirmación humana que empecé a "rumiar" después de redactar lo anterior. 

Supóngase que todo actuar humano consciente obedece, más allá de cualquier otro aparente motivo, a la razón de ser una afirmación de la propia existencia. Teniendo esto en cuenta nos podemos acercar a la posible fuente del "malestar" de la existencia. 

Imaginemos que tenemos dos situaciones; por un lado, un ser que ha cobrado consciencia de su propia existencia en el universo y, por otro, el hecho de que el autoafirmarse le produce placer, ya que al hacerlo, la realidad que le confirma que la percepción de su existencia no es un error, que, efectivamente, es un ser que existe, es un ser que "es". 

Con el tiempo este placer se convierte en una imperante necesidad, la imperante necesidad humana. Una vez satisfecha dicha necesidad, ésta se extiende a todo aquello que nuestro ser humano cree que es y quiere confirmar. Así, tenemos un ser que no se contenta ya sólo con mostrarse a sí mismo que "es", sino que ahora, la necesidad es demostrarse, y de paso al mundo, qué es lo que es. Es este constante proceso de autoafirmación, que ocurre dentro de la cabezota humana, lo que en la realidad se expresa como el comportamiento de cada ser. De esta manera, tenemos diferentes "gustos", "caracteres", maneras de ser y de hacer. 

Hasta aquí, tenemos un ser que se hace "feliz" a sí mismo al autoafirmarse en la realidad, pero, ¿qué pasará cuando, por alguna razón, la imagen de sí mismo que quiere afirmar no es la que proyecta, o según él (porque hasta la propia percepción de lo que se cree que se afirma puede llegar a ser errónea en algunos casos), no lo es? Lo que pasa es que nace un pequeño malestar que le avisa a nuestro humano que algo no está bien, aquí me refiero a ese sentimiento de "falta de plenitud". Dicho malestar, nacido de la discrepancia entre lo que nuestro humano quisiera que su actuar proyectara y lo que éste proyecta, o lo que el humanito cree que proyecta, de no ser atendido, ya sea por imposibilidad de nuestra personita o porque ésta no se da cuenta, seguirá creciendo y será cada vez más pesado y más molesto. 

He aquí lo que a mi parecer, y después de "rumiar" el asunto en mi cabezota, es el origen del malestar de la existencia: un mero asunto de hacer, o no hacer, lo que, según cada persona, ha de afirmarle su propio SER a sí mismo, en primer lugar, y, después, ante la realidad misma. De ahí la importancia de prestar atención al hacer diario. 

Aquí dejo 4 preguntas que, opino, pueden ayudar en una tarea de autoexaminación: ¿Qué (creo que) soy? ¿Qué hago con el fin de autofirmarme que lo soy (con respecto a la respuesta de la primera cuestión)? ¿Estoy realmente proyectando lo que quiero proyectar? ¿Me gusta lo que (creo que) estoy proyectando?

Creo que la necesidad de obtener respuestas a estas preguntas se vuelve "necesaria", o al menos útil, en aquellos momentos de molestia con la vida propia cuando, aparentemente, no hay motivos para sentrise así. Además, creo que éstas son un buen combustible si se quiere comenzar un proceso de autovalorización.   


La conclusión a la que mi debraye me llevó podrá parecer una conclusión muy sintética, y en verdad lo es, pero a mí me ha parecido un muy buen ejercicio mental. Hombre, que me he "divertio" como crío al pensar y al redactar todo esto. 

¿Qué opinas tú? 

martes, 11 de junio de 2013

The "the" article o "Más que una cuestión de manzanas rojas"

El artículo definido en inglés (the) puede presentar ciertos problemas para muchos hablantes nativos de lenguas romances como el español o el francés, lenguas que usan determinantes antes de los sustantivos.

Hoy, me gustaría darte un tip que te podría servir para poder usar el artículo definido en inglés. Es muy fácil, en inglés se usa el artículo para hablar de cosas específicas. Por ejemplo, ¿cuántos soles tiene nuestro sistema solar? Exacto, sólo hay uno, entonces, como sólo hay uno, para hablar de nuestro sol, usamos el artículo definido:

The sun is shining rather brightly this morning.

Así, siempre que hables de sustantivos "únicos" como la luna o el sol, usa el artículo definido.

Ahora, ¿cuándo no usar el artículo?

Siempre que hagas una generalización, no uses el artículo. En español, como ya mencioné arriba, necesitamos usar algún determinante antes de un sustantivo, ya sea un artículo definido o uno indefinido; así, tenemos generalizaciones en español como éstas:

Me gustan mucho las manzanas rojas; las verdes se me hacen ácidas.

En inglés, para expresar las mismas ideas, que son generalizaciones, escribiríamos:

I love red apples; I find green apples sour.

La cosa sería muy diferente si yo tuviera en casa algunas manzanas rojas sobre la mesa y otras en mi refrigerador, ahí, debido a que tengo más de una opción de "manzanas rojas", tendré que usar el artículo definido y la frase adverbial (de lugar) correspondiente para especificar de qué manzanas rojas estoy hablando, por ejemplo:

I love the red apples (that) I keep in the fridge. *(I write "the fridge" because I only have one fridge; I'm being specific) 

¿Qué tal? ¿Te parece menos confuso el uso del artículo definido "the" en inglés? ¿Tienes dudas, comentarios, opiniones? Déjame un comentario; yo sí los leo y contesto. ;)


lunes, 10 de junio de 2013

¿Haz, has?

Segunda entrada gramatical de la noche. De regreso a casa me dieron muchas ganas de escribir, así que, sin más por agregar, vamos al motivo de este debraye.

¿Cuándo usar haz y cuándo has? Muy fácil:

Haz, con "z" es la forma imperativa para la segunda persona singular (tú) del verbo hacer. ¿Cómo lo puedes recordar?  Más fácil aún, recuerda que en español la z y la c están relacionadas: en español podemos encontrar las sílabas za, zo y zu, mas necesitamos sustituir la "z" por una "c" para formar las sílabas "ce" y "ci". Es por eso que la forma plural de un lápiz es lápices. Por eso, también, la gente de España que hace el sonido /θ/, como el th inglés en think, va a "θeθear" las palabras zapato, Cecilia, zorra y azul. También puedes acordarte con el ejemplo: Pinche chamaco, ya haz tu tarea.  

Has, con "s", por otro lado, es la forma en presente indicativo del verbo "haber" para la segunda persona singular (tú). Usamos esta forma como verbo auxiliar para formar el antepresente de indicativo, por ejemplo: ¿Has checado las entradas anteriores?
Igualmente, usamos esta forma para hacer oraciones como: has de ser muy bueno para estas cosas gramaticales; has de tener muchas ideas en esa cabecita loca tuya; has de ser bien ñoño; etc. 

¿Cómo la ves? Divertido, ¿no? 

HAY (Haber)

Hola, ahora me ha dado por hacer una pequeña aclaración con respecto al uso del verbo haber que usamos en español para indicar "la existencia" de algo. No pretendo hacer algo muy complicado, así que comencemos:


Para indicar la presencia o existencia de algo en el presente de indicativo usamos la forma Hay del verbo haber, ya sea para hablar de un sustantivo singular o de uno plural; por ejemplo:

Hay mucho viento. 
Hay tantas cosas que me gustan de ti.

De esta manera vemos que el número del sustantivo no condiciona la forma del verbo haber que vamos a utilizar. Es, precisamente, en este punto donde me gustaría hacer la aclaración: si en presente de indicativo NO cambiamos la forma del verbo haber, entonces, lo mismo será verdad para todos los otros tiempos y modos gramaticales en que usemos el verbo haber para inidcar la existencia de algo; por ejemplo:

Pretérito de indicativo :
Hubo tanto que quise decir. 
Hubo muchas cosas que me gustaron de Istambul. NO: Hubieron muchas cosas que [...] 


Copretérito de indicativo: 

Había tanto por hacer. 
Había siete sillas en el salón cuando llegué. NO: Habían siete sillas [...]. 

Presente de subjuntivo: 

Espero que haya mucha gente que lea esto. 
Deseo que haya muchas oportunidades para escribir más. NO: Deseo que hayan [...]

Antepresente de subjuntivo:

No estoy seguro de que haya habido una explosión, pero escuché un ruido muy fuerte. 
Espero que no haya habido dudas al momento en que leíste esto.  NO: Espero que no hayan habido dudas[...].

Creo que con estos ejemplos es suficiente para dejar claro mi punto. 

Este es un tip para aquellas personas que hablen francés, ¿recuerdan cuál es la forma que utilizamos en francés que equivale al HAY en español?  
Así es, on utilise "Il y a", où-t-on sait que le pronom ou "sujet" de la phrase est "Il"; donc, bien qu'on parle ou qu'on écrit de l'existence d'un objet ou des objets, on va toujours utiliser la forme du verbe avoir conjuguée pour le pronom "Il". 

Ojo, para aquellas personas que conocen las formas There is y There are en inglés: dichas formas, aunque son las equivalentes del hay en español, no siguen la misma regla de concordancia que el hay español o el Il y a francés. No se confundan. Para los primeros ejemplos, el verbo be tiene que concordar con el número del sutantivo del que se habla; para los segundos casos (español y francés), la forma de los verbos haber y avoir son independientes del número del sustantivo del que se habla.  

Ahora sí, espero no haberlo hecho muy complicado. Hasta el próximo debraye gramatical.  







A dos años

10 de junio, ¿saben ustedes lo que esa fecha significa?

El viernes 10 de junio de hace dos años, 2011, Carlos Monroy regresaba a México (su país) de Kalamazoo (USA) después de haber vivido un intenso año que le marcó la vida para siempre. 

A dos años de haber regresado a México, me siento sumamente agradecido por haberlo hecho. Durante este tiempo he tenido un aprendizaje tan enorme que hoy me hace ser una persona muy feliz. 

Junio, julio y agosto de 2011 estuvieron marcados por una depresión marca diablo que hasta a los antidepresivos me llevó, al menos bajé todos los kilos extra que había ganado en USA  (10). Después, entré a un proyecto de tesis con la profa Kalinka, gracias a lo cual aprendí mucho sobre el rigor de la investigación científica (y fui a Sonora), aunque también cabe mencionar que todo ese año fue de una carga de trabajo enorme y sin vacaciones ni descanso de nigún tipo, ya que además de la tesis me metí a trabajar (TEFL), hice mi servicio social, y terminé la carrera. 

Fue por el mencionado interés en la actividad científica que decidí participar en el verano científico de la Academia Mexicana de Ciencias, lo que me llevó a Villahermosa, Tabasco, en el verano del 2012. En tan caliente lugar conocí a gente maravillosa con una gran calidad y calidez humana que hizo mi estancia allá una de las mejores experiencias de ese año, y digo de las mejores experiencias de ese año porque la mejor fue durante dos semanas que me dieron libres en Tabasco: aproveché la invitación de un amigo muy querido para ir a Playa del Carmen y sus alrededores.

De regreso de Villahermosa a Oaxaca, me llegó la sorpresa de que, debido a que mi mamá por fin regresaría a la ciudad que la vio nacer, ahora iba a vivir con mi sorella en la casa que desde el '95 me ha dado refugio. Después de eso viene una serie de constantes viajes de Oaxaca al DF y a otras ciudades (Tlaxiaco, Puebla, Guadalajara) en las que terminé de darme cuanta de una cosilla muy importante, una tesis que puedo expresar como "no importa en donde te encuentres, lo que importa es cómo estés contigo mismo, Carlos. Podrás estar en el DF, en Oaxaca, en China o en Chicago y si no estás bien contigo, en ningún lado vas a estar bien". 
Estos dos años me han dejado tanto, tantísimo, aprendizaje que ahora, al mirar hacia atrás casi me dan ganas de llorar por ver todo lo que he logrado, todo lo que he hecho, a toda la gente chidísima que he conocido y sobre todo cómo he cambiado. Esta es una fecha muy especial para mí, como se pueden dar cuenta. Les quiero agradecer mucho por leer esto y, sobre todo, quiero agradecer a toda la gente que ha estado conmigo, ya sea en vivo o por la red, en este tiempo, qué tramo tan intenso. Ahora, con toda razón puedo decir: LUX ESTO, por fin, la luz se hizo.


Mexico lindo y querido, podrás ser el país más loco y caótico que conozco, pero ¡cómo te quiero! 


jueves, 6 de junio de 2013

Mensajes electrónicos

Me estaba acordando de las cosas que he aprendido en mis trabajos y me detuve en una de las que, para mí, es de las más necesarias para los cibernautas o para cualquier persona con acceso a una cuenta de correo electrónico o mensajería instantánea: contestar mensajes electrónicos.

Recuerdo que en una ocasión, mi jefa-supervisora en K College, la maestra con la que trabajaba, who also happened to be the department chair, me dio una fuerte regañada por no haberle contestado un e-mail. Recuerdo muy bien sus palabras, aún después de estos dos años:

-Mira, Carlos, todos los mensajes electrónicos entre el staff y los alumnos así como entre los miembros del staff deben ser respondidos, si no inmediatamente, lo cual es casi imposible teniendo acceso ilimitado a la red escolar, al menos tan pronto como sean vistos. Especialmente los mensajes entre tú, el TA, y yo, ya que así me haces saber que mi mensaje te ha llegado.

Ya no es una cuestión de que me respondas porque soy la directora del departamento o tu supervisora, hay algo que se llama cortesía; así, aunque yo te mande un mensaje que diga "Hola, buenos días", tú, por pura cortesía, debes contestarlo.-

Desde ese día constesto todos los mensajes que me envían; si no lo puedo hacer inmediatamente, trato de haerlo tan pronto como me es posible.

He de decir que muchas veces me ha tocado, por diversos motivos, enviar mensajes electrónicos y no recibir ninguna respuesta. Tal actitud por parte del receptor de mi mensaje se me hace de las cosas más desagradables y groseras que se pueden hacer, es como volterate y haerte pendejo cuando alguien te habla de frente. Por ejemplo, cuando estuve buscando trabajo en el DF, hubo varías escueluchas a las que mandé mensajes electrónicos y de las que ni un mensaje automático de "su mensaje ha sido recibido" obtuve como respuesta.

Vivimos en una época en la que la interacción instantánea a distancia es casi tan importante como la interacción cara a cara, es por eso que cuando me dan excusas como: "es que no creí que esperaras una respuesta a tu mensaje" no puedo evitar pensar dos cosas:

1) Claro, como tengo super poderes, puedo saber que sí recibiste mi mensaje.

2) Dar las cosas por sentadas es el perfecto camino para la ruina en calquier empresa que te propongas; por eso, hasta no recibir una respuesta, para mí, mi mensaje no ha sido recibido.

Por lo anteriormente escrito, me gustaría terminar esta entrada con una exhortación, sean amables y demuestren su buena educación en la red, contesten los mensajes de texto, whatsapps, e-mails, video llamadas, etcétera. El hacerlo, hablará muy bien de ustedes y evitarán que su interlocutor se ponga verde de coraje como a mí me sucede cuando no puedo contactar a una persona.