Al tomar la correspondencia, pude percatarme que se trataba de una tarjeta postal. Mi primer pensamiento fue, "Oh,debe ser de Zach", uno de mis mejores amigos de USA. Sin embargo, al leer el nombre del remitente, mi sorpresa fue tal que no pude hacer otra cosa más que sostener el sobre entre mis manos y dejar que mi mente comenzara a volar en el tiempo y el espacio hasta colocarse en 2010 en Kalamazoo, Monte Albán, Teotihuacán y el DF. La postal venía desde Japón, enviada por uno de mis mejores amigos, Masayuki Nakamura.

Es increíble, para mí, descubrir que unas cuantas líneas hayan producido un efecto tan conmovedor en mi alma. Tan pronto terminé de leer la postal, las lágrimas comenzaron a descender desde mis ojos. El tener una señal de que mi tomodachi de Nihon aún recuerda su visita a México y nuestros días en Michigan, me hizo inmensamente felíz. Por otro lado, el hecho de revivir dichas memorias tuvo el efecto doloroso que produce abrir heridas que siguen sanando. Hoy, he sentido el dolor de la pérdida, he sentido de nuevo nostalgía y mucha tristeza, tanto como no lo hacía desde hace ya 7 meses. Sin embargo, haber sentido dicho dolor me ha dado las fuerzas y la motivación que necesito para trabajar más y con mayor determinación para lograr reunirnme tanto con el buen amigo de aquella isla tan lejana, así como con todos los otros grandiosos seres humanos con los que viví la mejor etapa de mi vida, hasta ahora, my expereince abroad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario