lunes, 18 de marzo de 2013

De tierra zapoteca

Esta entrada nació al arrullo del mar, una noche de luna con tu dulce mirar . . . ja ja. No es cierto. Esto nació a raíz de que en el trabajo me pidieron hacer una presentción sobre Benote Juárez y su importancia en Oaxaca (de Juárez). Para realizar dicha charlilla eficientemente decidí revisar un poco de literatura referente a la vida de este hombre. Lo importante no es lo que encontré sobre él, sino en lo que me hizo relfexionar el analizar su origen.  Así, para esta entrada les voy a platicar un poquito sobre "mis orígenes". 

Voy a comenzar con mi mamá. Su "línea" familiar se extiende hasta mi bisabuela, Helena Tagle. Por razones fuera de nuestro control, Helenita perdió a sus padres a muy temprana edad y nunca supo de dónde era. Vivió siempre en el Distrito Federal y ya adulta comenzó a construir la casa que ahora pertenece a mi abuela; de igual manera fue inmensamente amada por mi mamá como si fueran madre e hija. Helena tuvo dos matrimonios y tres hijas; la menor de ellas, producto del segundo amorío, fue mi abuela. 18 años después de este nacimiento, el alumbramiento de mi mamá tuvo lugar en Centro Médico. Ah, mi mamá y sus aventuras en el DF; creo que eso podría ser toda una serie de entradas muy buenas.

Ahora vamos a ver el lado de mi papá. La información que tengo de ese lado sólo llega hasta mi abuela materna. Ella era indígena mixteca, no hablaba español y vivía con algunos de mis tíos en Santa María Apazco, población de la sierra de la Mixteca Alta, en  el distrito de Nochixtlán
. En esas regiones y durante esas épocas (mediados del siglo XX), era una costumbre muy común (y tal vez aún lo sea) el regalar a los hijos en caso de no tener los recursos para mantenerlos. Por este motivo, mi papá fue regalado a un señor carnicero que vivía en una zona un poco más urbanizada. Con este hombre mi papá pasó sus primeros 6 años de vida. Después de esto, decidió aventurarse e irse a vivir al Distrito Federal con una de sus hermanas, quien vivía y trabajaba allá. Así, mi papá llegó al DF para estudiar, trabajar y crecer como todo un chilango (Psicólogo de la UNAM). 



En la segunda mitad de los años ochenta, mientras mi papá estudiaba la maestría en Psicología Familiar en la UNAM y mi mamá era la jefa de algo en algún lugar que no recuerdo, ambos se conocen en el Distrito Federal y así comienza aquella loca historia que tuvo como productos:
1) llevar a mi mamá de su natal DF a la "ciudad" de Oaxaca de Júarez, en la cual ni mi papá ni mi mamá habían tenido "el gusto" de vivir antes;
2) a mi hermana en 1988 y
3) a mí, ese Sábado 10 de febrero de 1990. 


Así, tenemos que vengo de la unión de una capitalina loquita y de un chilango de origen mixteco. Soy toda una mezcla mixteca-capitalina nacida y criada en tierras zapotecas (oigan al muchacho nada más).




 Así que ahora podrán imaginar mi cara en Michigan siempre que me decían -Oh, really, Carlos? I didn't know you were Mexican. I always thought you were Filipino-.




Filipino. FIL-I-PI-NO